El 1 de julio volvimos a la mesa de análisis de El Tablero, el programa dirigido por la gran Laura Arroyo. Fue un placer compartir el espacio de debate con mi querida Laura Camargo (Analista del discurso), Raúl Sánchez Cedillo (Ensayista y analista político) y Alejandra Martínez (Jurista y Politóloga). En el programa también colaboraron la fantástica Paola Aragón (La Frívola), Victoria Rosell (Magistrada), Lorenzo Tecleme (Canal Red), Manuel (CTM) y Dani Neira (Activista).

Aquel día nos ocupamos de la noticia que abrió las portadas de todos los periódicos y que ha seguido siendo el centro de las discusiones de las últimas semanas: el ingreso en la cárcel de Santos Cerdán, ex secretario de organización de Pedro Sánchez. El juez Leopoldo Puente le atribuye los delitos de cohecho, trafico de influencias y organización criminal. La hipótesis es que Cerdán era la cabeza de una trama criminal que negociaba mordidas y adjudicaciones públicas con empresas como Acciona. Más allá de que debería hablarse más estas empresas como corruptoras, lo cierto es que las imágenes de Cerdán entrando en Soto del Real han sido un duro golpe para Sánchez, ya en perpetua huida hacia delante. El PSOE habla ahora de «contundencia» contra la corrupción y de dejar hacer a la justicia, un estilo de discurso muy similar al que utilizó Mariano Rajoy cuando se desveló la corrupción del caso Bárcenas. Cerdán se ha convertido en «ese señor del que usted me habla», pero fue el número tres del PSOE hasta hace nada. Por supuesto, el PP no puede dar lecciones a nadie, no solo por sus tramas, sino por la presencia de un personaje como Mazón en sus filas.

Esta fase tardosanchista se caracteriza por un tacticismo constante, pero también por una correlación de debilidades: ni el PP puede lanzarse a una moción de censura, no dan los números, ni Sánchez puede salir airoso por más foros internacionales en los que participe -como la cumbre de la ONU-. La incertidumbre está servida, sobre todo si el lodo salpica al presidente. Mientras tanto, la izquierda que apoya al gobierno (SUMAR, IU, Més) se abrasa, pierde legitimidad y cada vez se encuentra más dispersa.

Aquí podéis ver el programa completo