El Tablero estrena nueva temporada esta semana y allí hemos estado, contribuyendo al debate político y al análisis del presente.

Como siempre, ha sido un placer participar en el programa dirigido por la gran Laura Arroyo. Hoy he compartido mesa con Álvaro López (Periodista), María Caso (PSOE) y María Teresa Pérez (PODEMOS). También han participado en el programa Alejandro López (Descifrando la Guerra), Albert Portillo (Historiador y miembro de Debats pel Demà), Alejandra Martínez (Jurista y politóloga), María Naredo (Jurista experta en violencia machista) y Enric Bonet (Corresponsal Diario Red París).

Hoy hemos arrancado fuerte, con el asesinato de 11 personas en aguas internacionales -el Mar Caribe- por parte de la administración Trump. Se supone que los asesinados eran traficantes de drogas de un cartel venezolano, así que Trump ha decidido ejecutarlos en lugar de interceptarlos y juzgarlos -una nueva voladura del derecho internacional-. Recordemos que hay ocho buques de guerra y un submarino nuclear frente a Venezuela, todo suena a estrategia de la tensión y al reforzamiento de la garra imperial de USA sobre Venezuela y América Latina. Terrible.

En el corte que os dejo discuto con María Caso, Concejala del PSOE en Madrid, sobre el acto que habrá mañana en el congreso: «Ideología de género y denuncias falsas España/Argentina”. Un acto liderado por VOX que niega la violencia de género al que están invitados un conjunto de lobbies que difunden bulos y fake news, como los relativos a las sempiternas «denuncias falsas» -algo desmentido y contrastado-. El PP y el PSOE han autorizado el acto, SUMAR lo ha rechazado. Y gracias a esta autorización se da carta de naturaleza a un acto que viola las convenciones internacionales sobre violencia de género y los Derechos Humanos. ¿Así se combate el fascismo? ¿Permitiendo que exprese en el congreso lo que le venga en gana? Recordemos que el PSOE vetó un acto que los criminalizaba en el mes de mayo -una película documental sobre su partido que les imputaba actos delictivos-. Ahí sí pusieron un veto. Pero no con la violencia de género. Si se pretende combatir la oleada de extrema derecha, normalizarla y permitir que sus discursos campen a su anchas siempre será una mala idea.

Aquí tenéis el vídeo completo del programa: