El arte de la cocina (II)

A Eugenia Domínguez Andrés

Guarda, guarda esa prenda invulnerable que cobraste al pasar y que llevas
oculta como un ladrón furtivo desde el comienzo hasta el futuro.

Olga Orozco

Hay tres sillas
una mesa de madera
forrada de plástico
y unas manos ancianas
que sirven leche y cacao
al niño adormilado

las historias danzan
a través de unos labios
tiznados por el tiempo
afloran desde un lugar
que solo la voz de la memoria
puede recobrar y cantar

entonces un murmullo
inunda la cocina
y cambia el color entero de las cosas
tanto que hasta las palabras –barrio, república,
silencio, Dios, paciencia– saben a otra época
mientras suena esa tenue melodía

alguien habla para que otro escuche
y los relatos se trenzan
en la intimidad de un cariño
nacido día a día
del cuidado
por quien aún es semilla de porvenir

son muchos los personajes
las situaciones, las escenas
que la aguja teje con su hilo cobrizo
numerosas las enseñanzas ocultas
en la superficie y el dorso
de la historia

tantas que el niño volverá
años más tarde
cuando deje de ser niño
a esa voz, a esas frases
a las cálidas huellas
de unos dedos antiguos

y descifrará los enigmas
ahuyentará espectros
acariciará el origen de la sed
y amará aún más la voz que lo arrulló
veló su sueño, calmó sus fiebres
y le regaló el último tramo de una vida

empeñada en querer y en ayudar
a pesar de dogmas y principios
esculpidos con miedo sobre el cuerpo
que nunca pudieron ocultar
ni ensombrecer su sonrisa tardía,
sus suaves y tiernas manos –su hermosa diferencia–.

Aquí estás, como ayer,
hoy y siempre,
hablándome en el desayuno
y desvelándome
tranquila
los contornos del mundo.

Mario Espinoza Pino

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: