El 7 de julio volvimos a El Tablero de Canal Red, el programa de actualidad política dirigido por la gran Laura Arroyo. Fue un placer compartir la mesa de análisis con Álvaro López (Periodista), Lucía Dalda (Podemos) y Raúl Sánchez Cedillo (Ensayista y Analista político). También colaboraron en el programa Fernando Valls (Periodista, La Vanguardia) y Nestor Prieto (Descifrando la guerra).

Aquel día hablamos en profundidad del Congreso del Partido Popular y del Comité Federal del Partido Socialista, dos eventos políticos de gran magnitud que se solaparon durante el primer fin de semana de julio y que mostraron dos caras muy distintas de la política española. Feijoó se dio un paseo triunfal en un congreso hecho a su medida, en el que logró diseñar una ejecutiva a su gusto e incluso subordinar (temporalmente) a sus adversarios, como Isabel Día Ayuso, actualmente cercada por causas judiciales. En el más puro estilo de Aznar, ha conseguido reunir a las baronías en torno a su figura y posicionar rostros muy derechistas en las portavocías, como Esther Muñoz, nombrando además como secretario de organización a su mano derecha, Miguel Tellado. El PP se escora cada vez más a la extrema derecha, abanderando un discurso antimigratorio digno de VOX y un paquete de medidas de regeneración sin credibilidad alguna -Mazón, con más de 200 muertos a sus espaldas, sigue sin rendir cuentas-.

En el caso del PSOE, el comité federal resultó decepcionante. No solo las medidas de regeneración propuestas fueron tremendamente limitadas -burocráticas, débiles y nada ambiciosas-, sino que la caída de Francisco Salazar de la ejecutiva por sus actitudes machistas y la conservación de la mano derecha de Santos Cerdán en la misma, Juan Francisco Serrano, dejaron un sabor de boca agridulce. Sánchez ha conseguido aunar al PSOE en torno a sí en una aleación inestable, todo dependerá de la evolución del Caso Koldo/Ábalos/Santos Cerdán. La voz de Page, con un discurso digno del Partido Popular, fue la nota disonante del comité: ha pedido una cuestión de confianza con los socios y si no se recupera credibilidad ir a elecciones. Óscar Puente y Óscar López le afearon su actitud de un modo algo bronco. Si bien Page está solo, su gesto pone en un espejo ambos congresos: Feijoó pudo dominar a su oposición interna, mientras que a Sánchez lo criticaron abiertamente. Sin medidas de calado, Sánchez sigue metido en un tacticismo que busca apagar fuegos y huir hacia delante, pero sin giros de guion que anticipen un relato diferente del actual.

Os dejo un breve corte sobre algunas de estas cuestiones.

Aquí el programa completo