El 4 de noviembre estuve en El Tablero, el programa de actualidad política dirigido por la gran Laura Arroyo. En aquella ocasión Nacho Reyes condujo el programa y animó el debate. Fue un placer compartir mesa con Daniel Galvalizi (Periodista), María Bennouna (SOS Racismo) y Víctor Egío (Podemos). También colaboraron en el programa Fernando Valls (Periodista, La Vanguardia), Guille (militante de la Asamblea de Vivienda de Villalba) y Eduardo García (Descifrando la guerra).

Aquel día abordamos diversos temas, pero -como es lógico- la dimisión en diferido de Carlos Mazón ocupó buena parte de los análisis y comentarios. Mazón pasará a la historia de la política valenciana y española como un ejemplo de infamia, cobardía y falta de humanidad. Dimitió conservando el acta de diputado, lo que le asegura el aforamiento. De este modo, se blinda ante cualquier causa judicial y sigue manteniendo su sueldo -así como otras prerrogativas-. En lugar de permitir decidir democráticamente al pueblo valenciano y convocar elecciones, lo que ha hecho es delegar la cuestión de la elección del próximo president a las negociaciones entre el PP y VOX. En lugar de democracia, tenemos juego de sillones. Por supuesto, VOX tiene la sartén por el mango, pues sin ellos el PP no podrá permanecer en posesión del Consell. Al final quien seguirá condicionando las políticas de la Comunidad será la ultraderecha, con su agenda negacionista del cambio climático. Lo peor que podría sucederle a las valencianas y valencianos en caso de una nueva DANA u otra catástrofe.

Un Feijóo con escaso liderazgo real le ha dado el beneplácito a Mazón para la negociación con VOX, justo en un momento en que está en ascenso a costa del propio PP. Hay pactos que los carga el diablo.