Insistimos en darnos la palabra
hogar de todos y de nadie
buscando cobijo, compañía
en este tránsito de soledades
perseveramos tejiendo
guirnaldas de raíces y anhelos
para adornar la intemperie
que nos ha tocado en suerte
piel sobre piel,
las palabras reventarán sobre las rocas
como la espuma de las olas, incansable y unánime.
Confíate a ellas: tal vez su voz común horade la montaña.
¿Pero hasta dónde llega la sombra del engaño?
¿Hasta dónde la sed de esperanza?
Deja que tus manos desmientan la distancia
que media entre el verbo y su destino.
Mario Espinoza Pino
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