Lectura dramatizada del fragmento inicial de la obra de teatro La Máquinahamlet (Die Hamletmaschine) del dramaturgo alemán Heiner Müller.
- ÁLBUM DE FAMILIA
Yo fui Hamlet. De pie a orillas del mar conversaba con la rompiente, BLA-BLA, a mis espaldas las ruinas de Europa. Las campanas anunciaban exequias oficiales, asesino y viuda una misma pareja, en paso de ganso detrás del alto cadáver los consejeros llorando al ritmo de una pena mal paga DE QUIÉN ES EL CUERPO /EN EL COCHE DEL FÉRETRO / POR QUIÉN TANTO LLANTO Y GEMIDO / POR QUIÉN / ES EL CADÁVER DE UN HOMBRE GENEROSO EN LIMOSNAS el pueblo en posición de firmes, fruto de su arte de gobernar ESTE ERA UN HOMBRE QUE SÓLO SABÍA TOMAR TODO DE TODOS. Paré la marcha fúnebre, clavé mi espada en el féretro, se rompió la cuchilla, con la punta rota abrí el ataúd y repartí al progenitor muerto CARNE QUE LLAMA A LA CARNE entre los miserables. El luto se transformó en júbilo, el júbilo en chasquido de hambrientas mandíbulas, sobre el féretro vacío el asesino se montó a la viuda TE AYUDO TÍO LAS PIERNAS BIEN ABIERTAS MAMÁ. Me tiré en el piso y escuché que el mundo giraba al compás de su putrefacción.
I’M GOOD HAMLET GI’ME A CAUSE FOR GRIEF
AH THE WHOLE GLOBE FOR A REAL SORROW
RICHARD THE THIRD I THE PRINCEKILLING KING
OH MY PEOPLE WHAT HAVE I DONE UNTO THEE
COMO UNA JOROBA ARRASTRO EL PESO DE MI CEREBRO
PAYASO SUPLENTE EN LA PRIMAVERA COMUNISTA
SOMETHING IS ROTTEN IN THIS AGE OF HOPE
LET’S DELVE IN EARTH AND BLOW HER AT THE MOON
Aquí llega el fantasma que me fabricó, el hacha sigue en el cráneo. No te saques el sombrero, sé muy bien que tienes un agujero de más. Ojalá mi madre hubiera tenido uno de menos cuando estabas dentro de la carne: me habría evitado a mí mismo. Deberían coser a todas las hembras, un mundo sin madres. Podríamos degollarnos en paz, y con cierto optimismo, cuando la vida se hace demasiado larga o la garganta demasiado estrecha para que salgan nuestros gritos. Qué te pasa, viejo. No te basta con un responso oficial. Vividor, acaso no hay sangre en tus zapatos. Qué me importa tu cadáver. Qué suerte, aún te queda un gancho, a ver si todavía te suben al cielo. Qué es lo que estás esperando. Los gallos están degollados. Ya no se levantará la mañana.
ACASO DEBO
SÓLO PORQUE ES USO Y COSTUMBRE METER UN
TROZO DE HIERRO EN LA CARNE MÁS PRÓXIMA O EN LA OTRA
AFERRARME SÓLO PORQUE EL MUNDO GIRE
SEÑOR, HAZ QUE ME ROMPA EL CUELLO
CONTRA EL BANCO DE LA
TABERNA
Aparece Horacio. Cómplice de mis pensamientos, llenos de sangre, desde que la mañana está velada por un cielo vacío. A BUENA HORA LLEGAS AMIGO MÍO / PARA TU PAGA ES DEMASIADO TARDE / EN MI TRAGEDIA YA NO HAY MÁS LUGAR. Horacio, me conoces. Acaso eres mi amigo, Horacio. Y si me conoces, cómo puedes ser mi amigo. Te gustaría hacer del Polonio, el que se quiere acostar con su hija, la deliciosa Ofelia, que entra cuando se le da el pie, mira cómo mueve el culo, un papel trágico. HoracioPolonio. Ya sabía que eras un actor. Yo también, yo hago de Hamlet. Dinamarca es una cárcel, entre nosotros está creciendo un muro. Mira lo que crece del muro. Exit Polonius. Mi madre la novia. Sus pechos un cantero de rosas, su regazo la fosa de serpientes. Te olvidaste del texto, mamá. Te doy letra. LÁVATE EL CRIMEN DE LA CARA, HIJO MÍO, / PONLE A DINAMARCA OJOS DE ENAMORADO. Yo haré que de nuevo seas virgen, madre, para que tu rey tenga una boda con sangre. LA CALLE DEL SENO MATERNO NO ES DE SENTIDO ÚNICO. Ahora te ato las manos a la espalda porque me repugna tu abrazo con velo
de novia. Ahora te arranco el vestido de novia. Ahora hay que gritar. Ahora embadurno los harapos de tu vestido de novia con el lodo que se convirtió en mi padre. Con los harapos tu cara tu vientre tus pechos. Ahora te cojo a ti, mi madre por las invisibles huellas suyas, las de mi padre. A tu grito lo sofoco con mi boca. No reconoces el fruto de tu vientre. Y ahora vete a tu boda, puta, ancha bajo el sol de Dinamarca que brilla sobre los vivos y los muertos. Quiero taponar las letrinas con el cadáver para que el palacio se ahogue en mierda real. Después deja que te devore el corazón, Ofelia, que llora mis lágrimas.
Deja una respuesta